Vigilancia y control de la información para la preservación de la Seguridad Pública

Escrito por Mtte. Edgar Alejandro García Martínez. Publicado en Seguridad Pública

Vigilancia y control de la información para la preservación de la Seguridad Pública

Por

Mtte. Edgar Alejandro García Martínez.*

 

*Maestrante en Derecho y Ciencias Penales, Licenciado en Derecho, Licenciado en Criminología, Criminalística y Técnicas Periciales, Docente certificado SETEC en Investigación Policial y en Peritos, Abogado y Perito postulante. 

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1.Introducción.

Dentro de las capacidades cotidianas en las que toda persona involucra el uso de información personal es normal que el tema de la privacidad sea constante, tanto por el contenido de la información, como por la necesidad de proteger los datos personales, a este entendido en México el 24 de Marzo de este año se hizo pública la iniciativa de Decreto por el que se expide la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión además de ser consecuente la aplicación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, marcos jurídicos que ponen en la mesa el debate sobre la información que se maneja, quién es el que tiene acceso a esa información y bajo qué parámetros se ha de tener conocimiento de la información privada o pública de las personas y aún de las actividades del propio Estado.

La profundidad de este tema va más allá de la comunicación, de los efectos de la desinformación, de las consecuencias sociales y cotidianas que se materialicen al violar la privacidad. Se habla de Seguridad Nacional y Seguridad Pública, el trasfondo es el incremento de la vigilancia aún para nuestra protección del propio Estado, en aras de mantener nuestro estilo de vida, nuestras capacidades civiles y en sí, la civilización moderna conocida. 

Atrás quedaron los años en que los ludístas intentaban destruir las maquinas por la idea inmediata que les quitaran el trabajo, pues el uso de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación) se ha hecho más prescindible hoy en día, tan así que el uso de celulares y computadoras obligan a una generación completa a reconocerse como la “generación de la información” (que no del conocimiento), en la que todo lo que se habla, se escriba, se piense o se consulte, el mundo entero lo puede conocer en el instante mismo que el usuario lo quiera.

El intercambio de mensajes, imágenes y todo recurso nos ha hecho mucho más sencilla la vida, aunque también de manera fáctica, más inconscientes e insensibles a los eventos humanos y globales que se nos presentan cada mañana.

Para dilucidar y asignar la importancia que amerita el uso de la información en temas de seguridad, es importante conocer elementos de consideración no solo sociales, sino teóricos que nos permitan tener un panorama mucho más amplio sobre este tema cada vez más delicado e inevitable en nuestra sociedad.

 

2. Tipos de control social y vigilancia.

 La vigilancia y control son consecuentes, es decir, sin uno el otro no existe, no importando el orden en que se procuren, ejercer cierta vigilancia es manifestar el temor a la perdida de algo, pudiera ser la propiedad, el estilo de vida, la integridad familiar o más radicalmente la vida misma. Desde este sentido que se pudiera nombrar inclusive de auto conservación, el impulso de la sobrevivencia y sus términos fatales hacen presencia. De ahí que en el sentido crítico se pueda ejercer un control, o al menos así puede ser previsto por quien o lo que es objeto de dicha acción. 

Algunas consecuencias del control son manifestadas por la falta de seguridad, dependencia y hasta exigencia por parte del controlado, para ejercer su protección y preservación, por ello es que la iniciativa al control por osado y contraproducente que parezca, le es conferido al Estado para ejercer en sus funciones, el monopolio de la violencia, de la legitimidad de su ejercicio a través de la representación popular democrática y aún más, sobre los organismos de inteligencia que han de estar facultados por las políticas públicas en prevenir desastres, con fines de prevención del delito y del estatus quo que represente el estilo de vida.

Se desprende de esta interacción el control formal e informal, dentro del primero se puede conocer la intervención directa del Estado a través de la descripción objetiva de los tipos de conductas que son investigadas, perseguidas y aún penalizadas por constituirse su materialidad en las acciones y omisiones que procuren los ciudadanos o no dentro de las jurisdicciones del Estado, los delitos son esta manifestación tan amplia de lo que es el control formal, que para ello existe toda una Teoría del Delito y una parte fáctica que se interpreta a través de los delitos penales y los delitos administrativos, también llamados especiales, que no siendo propiamente entes de estudio del Derecho Penal, son proclives a la coerción por parte del Estado hacia los particulares. A parte de este sistema de persecución conductual se mantienen instituciones cada vez más reconocidas en el ámbito de los Derechos Humanos, me refiero a las instituciones penitenciarias. 

Los centros de internamiento son la continuación a la idea utópica y siempre útil de la readaptación social, reinserción social y en el caso de adolescentes en conflicto con la ley: reeducación, este intento de adaptación está plenamente regulado bajo las directrices del artículo 18 de nuestra Carta Magna, situación en que el compromiso del Estado va más allá de evitar que se sigan cometiendo esas conductas perjudiciales para las personas, sino que ejerce el control sobre la vida del interno, en el entendido que su libre elección no tiene cabida, pues la idea de utilitarismo es ejercida sobre esas voluntades privadas de la libertad, deambulación y ciudadanía. 

Como se puede apreciar, el kernel de control del Estado quizá no sea el más idóneo para la creatividad y la libertad entendida como el ejercicio libre de la voluntad, sino que estamos ante medidas necesarias para mantener la paz, el progreso y hasta el consumismo en nuestras vidas.

En lo correspondiente al control informal, se puede apreciar que es previo y posterior al formal, pues se encuentra integrado por la suma de voluntades, miedos y costumbres que se ejercen en la sociedad todos los días. La cultura misma es un ente de control informal, como bien se puede asegurar tras lo definido por Pérez- Ruiz citando a Guillermo Bonfil:

“El control cultural, para Bonfil, es la capacidad social de decisión que tiene un grupo sobre los elementos culturales (vistos como recursos) que son necesarios para formular y realizar un propósito social. Por ello implica una dimensión política que tiene que ver con la mayor o menor capacidad que tiene un grupo para el ejercicio del poder. De tal capacidad se derivan diferentes ámbitos: el de cultura autónoma (el grupo mantiene no sólo la capacidad de uso sino también el control de reproducción de sus elementos y procesos culturales); el de la cultura apropiada (hace referencia al ámbito en el que el grupo mantiene sólo el control de uso); el de la cultura enajenada (ámbitos de la cultura sobre los cuales han perdido el control aunque por origen sean propios); y el de la cultura impuesta (ámbito cultural sobre el cual no tienen ninguna capacidad de control, pues lo ejerce el grupo cultural dominante).”

Por consiguiente, las simples opiniones de los vecinos en términos represivos ya son una manera de clasificar y vigilar a todo aquél diferente, distinto, atípico y es en una sociedad con miedo, lo que diferente comienza a ser peligroso. Ya que en medida en que no se es similar a los demás, se habla de una clara manifestación de desviación. Consúltese el tema de la campana de Guaus. 

La escuela elemental y media superior son manifestaciones de control informal obvias, como se explicita puntualmente en el video de la “La educación prohibida”:

“La escuela como la conocemos nace a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX en Prusia, con la finalidad de evitar las revoluciones que sucedían en Francia. Los monarcas incluyeron algunos principios de la ilustración para satisfacer al pueblo, pero manteniendo el régimen absolutista. La escuela Prusiana se basaba en una fuerte división de clases y castas, su estructura heredera del modelo espartano fomentaba la disciplina, obediencia y el régimen autoritario. Las noticias del novedoso método educativo viajaron rápido en pocos años, educadores de América y Europa, visitaban Prusia para capacitarse, con el paso del tiempo el modelo se expandió a nivel internacional, muchos países importaron la escuela moderna con el discurso de educación para todos, elevando la idea de la libertad, cuando justamente la idea del sistema provenía del despotismo, buscando perpetuar los modelos elitistas y la división de clases. La escuela nace en un mundo positivista regido por una economía industrial, por lo tanto busca obtener los mayores resultados observables con el menor esfuerzo e inversión posible, aplicando formulas científicas y leyes generales. La escuela era la respuesta ideal a la necesidad de trabajadores y los mismos empresarios industriales del siglo XIX fueron quienes financiaron la educación obligatoria a través de sus fundaciones, la escuela se complementó con investigaciones sobre el control de la conducta, propuestas de utopías sociales y hasta teorías de superioridad racial, no es de extrañar que los primeros Estados con el sistema prusiano o similar, fueran con el paso de las generaciones focos de xenofobia y nacionalismo extremo. 

El modelo de producción industrial en cadena de montaje era perfecto para la escuela; la educación de un niño era comparable a la mano factura de un producto, por lo tanto requería de una serie de pasos determinados en un orden específico, separando los niños por generaciones por grados escolares, y en cada una de estas etapas trabajaría sobre determinados elementos, contenidos que asegurarían el éxito, pensados minuciosamente por un experto. En esta cadena una persona estaría a cargo de una pequeña parte del proceso y suficiente como para conocer el mecanismo en su totalidad y a las personas en profundidad, un docente por año, por materia, cada 30 o 40 alumnos, llegando al punto de que el proceso termine siendo meramente mecánico. Durante los últimos siglos hemos construido las escuelas a imagen y semejanza de las prisiones  Durante los últimos siglos hemos construido las escuelas a imagen y semejanza de las prisiones  las fábricas, realizando el cumplimento de las reglas…el control social.”

Finalmente se puede comprender que tanto el control formal como informal, querámoslo o no, son parte de nuestra vida diaria, que se acepta, fomenta y ejerce en las distintas esferas de acción con las que interactuamos con nuestros amigos, familiares y todo aquél que se reconozca “civilizado”. Controles que el Estado no ha adoptado, sino que los ha creado desde un inicio de los sistemas de interacción ciudadano.  

Otro de los tipos de control más modernos son: el control bajo consentimiento y el que es sin consentimiento; dentro de ellos claramente se puede identificar que el control sin consentimiento se realiza en medida en que una autoridad jurisdiccional habilita su potestad para vigilar de cerca a una persona, este término genérico va más allá de la simple expresión, pues dentro de la investigación delictiva en el Sistema Acusatorio, ya se cuenta con la figura de la investigación bajo sin autorización judicial y la que se realiza a discreción de las personas que son vigiladas. 

Para esas variantes se presenta la obtención de información en una investigación, esto para evitar que dicha persona de interés puede ejecutar el acto que amenaza a la sociedad, que como sostiene Reyes Loaeza: 

“Pero tal recolección en la investigación podrá ser autónoma o con control judicial, es decir, la recolección de medios de convicción podrá realizarla directamente el Ministerio Público, con auxilio de la Policía, solo en aquellos casos en que no se vulnere ningún derecho fundamental de las partes o de terceros durante tal recolección probatoria; y en caso en que sea menester causar una afectación a un derecho fundamental, ineludiblemente requerirá la autorización judicial (por el juez de control).”

Ahora bien, dentro del control consentido se puede mencionar que las grandes empresas que se encargan de la administración de las redes sociales o bien, de servicios de telecomunicación, al momento en que la persona como usuario acepta los términos y condiciones que son requeridas para su ingreso, ya se está realizando una base de datos con su información personal, que si bien se tienen contenidos altamente sociales. El uso cotidiano y hasta inconsciente de esta herramienta, hace que la vigilancia y control que exista sobre la conducta e intereses de una persona, sea mucho más sencilla.

3. Teorias del control y vigilancia.

Inteligencia es sin duda la capacidad de decidir, evaluar lo que pasa, adaptarse al cambio y moldear las condiciones requeridas para tener un panorama favorable a nuestras pretenciones, dígase desde el punto de vista de nuestras practicas cotidianas o bien desde los organismos públicos o empresas privadas, es así como el estudio de las teorias sobre el control y la vigilancia se hacen un ejercicio sub político, en el que se persiguen fines y se comienza a estructurar medidas, directrices y opciones a elegir en determinados momentos.

Momentos que quizá nunca lleguen a suceder, pero por la simple posibilidad, es necesario tomar en consideración para su evitación y prevención activa, pues no basta determinar cuáles son las condiciones para que un lugar se vuelva “plaza de la delicuencia organizada”, realmente no se requiere de una inferencia estadística estructuralmente detallada sobre las actividades comerciales, demografía y movilidad social de un sitio para conocer las resultantes. Prevenir activamente a través de estos estudios de control es indispensable para conocer de fondo la dinámica en la que todos los días estamos inmersos.

La primer teória a la que me refiero es a la de “Elección racional clásica”, la cual tiene su origen een el Leviatán (1651) de Thomas Hobbes, en el que asegura que sin las instituciones tradicionales que mantienen el Estado, el ser humano es capaz de matarse a sí mismo, pues el ser humano aprovecha su libertad para volverse un depredador de sí mismo. A la vez es víctima, puesto que su vecino dispone de la misma libertad- de hecho, en ciertos casos, uno puede sentirse obligado a neutralizar al otro antes que se cometa un error inminente: una forma de prevención. Todo esto basándose en la naturaleza animal del ser humano.

Enunciando el “estado natural”como una situación meramente instintiva, el ser humano dotado de razón habría de deducir que esa situación de anarquía no podía continuar motivo por el cual se creó el “contrato social”, que es una especie de acuerdo implícito en nuestra convivencia cotidiana, el tan quemado “Estado de Derecho” que tanto se dice por parte de la fracción política, es la resultante de una ficción en la que se sede el poder y la autorización para ejercer la violencia al Estado, ese ente ficticio tan necesario como el monstruoso Leviatán.

Ese estracto de razón social, de acuerdo entre iguales y de miedo mutuos es un mecanismo de defensa común para establecer un estado de paz en el que la solución al problema del egoísmo humano es la racionalización del problema.

En el caso de la “Elección racional ilimitada” se trata de criticar esta idea casi absolutista y super objetivista que trata Hobbes de implantar en los modelos políticos no tan clásicos y aún vigentes en distintos ordenes de gobierno, independientemente de sus peculiaridades demográficas. 

Pues mientras la visión clásica de “contrato social” ve como necesidad el control de la sociedad a través del monopolio de la violencia, poco a poco se comienza a notar que el ejercer esa teoría hay diferencias sociales e interéses políticos altamente cuestionables, es decir, los interéses de la clase social alta seguirá siendo que las condiciones sociales siempre le sigan siendo favorables, mientras que las clases sociales medias o bajas tratarán insistentemente el “revolucionar” la forma de gobernar….este es el punto en el que la palabra “diferente” se torna peligroso.

Pues no se trata de la seguridad física o si quiera de la protección de las barreras nacionales, sino que de esa misma inspiración nacionalísta nacen las dictaduras más severas y atroces que conoció y seguirá conociendo la humanidad, los totalitarismos, absolutismos y fascismos.

Apreciadas estas dificultades, Carl Popper sugiere que las expresiones clásicas contenidas en el enfoque racional clásico son límitadas a las influencias sociales de cada quien, es decir, el concepto axiológico de seguridad y control, tomará sentido en medida de las comodidades y de lo que se ha mostrado que es y debe seguir siendo para la preservación del estilo de vida que se procura. Tácitamente expresa que la acción está precedida por una reflexión. 

De aquí entonces, que las faltas administrativas, los delitos y aún los actos que no tienen penalización pero que son vistos mal por la sociedad, son actos meramente políticos, resultantes de un tiempo y un entorno etnocentrico de los sujetos que intervienen en el proceso de etiquetado, asignan nombres, cosificacan las conductas y las aprecian como correctas, incorrectas, criminenes, etc. Todo en función de los interéses colectivos. Situaciones sociales que poco a poco van aundandose más en la idea de control y vigilancia de la actividad humana.

Después de apreciar elementos fiolsófico-políticos es prudente mencionar configuraciones biológicas que tienen mayor estudio en el ámbito psicológico y social, como lo es el proceso de socialización, que como bien se sabe el ser humano al nacer aún no es una persona en el extenso sentido de la palabra, muestra de ello son los niños salvajes encontrados en diversas situaciones de crianza inicial y que nunca pudieron ser adaptados al medio social humano. Es menester manifestar que el concepto de persona implica la influencia de una cultura, de costumbres, lenguaje y sobre todo autoadscripción. Elementos que poco a poco moldean las prácticas sociales (saludos, despedidas, formas de dirigirse a las personas mayores, cómo se come, etc. ). No basta saber dichas normas, se hace preciso ejercerlas, pues dentro de la familia esto otorga coherencia a los actos sociales y a los procesos fuera de la familia, para socializar y relacionarse en función de interéses colectivos. 

El niño va aprendiendo poco a poco a personalizarse; trabajando en equipo para lograr una gratificación, competir con reglas para ser reconocido, premiado y hasta querido por los demás. Dentro de la pirámide de Maslow bien podemos advertir como una de las principales necesidades del ser humano, el reconocimiento.

Y así poco a poco la función Gausiana cumple su cometido en la “normalización” del nuevo ser humano vuelto persona, dotando inconsientemente de los elementos de orden que deben existir, en sentido imperativo, en la sociedad para el progreso propio y ajeno. Es entonces, en los individuos en los que hubo un conflicto con sus límites, que tuvieron poca o nula socialización con la familia y que no aprendieron a jugar en sociedad, las resultantes de la opresión y la vigilancia formal e informal, no solo serán tutelados por el Estado a través de tutorias o entes de reinserción social como las prisiones, sino que la propia sociedad los excluirá con prejuicios alimentados cada vez más por los medios de comunicación, de aquí que los centros de internamiento para adolescentes no busquen la reinserción social, sino la re educación de sus internos. 

El concepto de conformidad comienza a ser importante cada vez que se trata de entablar un acuerdo de gobernabilidad, legitimidad de poder y que continuamente se confunde con indiferencia, los bemoles de la democracia aparecen en medida en que las posibilidades de daño hacia el estilo de vida son cada vez más reales, la potenciación de esta posibilidad, se encuentr materilizada en nuestro país en la Agenda Nacional de Riesgos, el cual es un panoráma analítico de las condiciones en las que el país se encuentra amenazado, potencialemente.

Así sea la vigilancia del adulto o del niño, el control social es un proceso de adaptación a un entorno determinado, pues primeramente encontramos a la vigilancia y de manera posterior a la sanción, que aunque se cuente con elementos innovadores puede ser vista la diferencia del comportamiento común como algo peligroso para la comunidad, aunado a esto la coeción social por prácticas sociales culturales, será complejo sino imposible ir contra las masas. Para entender a profundidad este punto social-político consultese el complejo de Casandra, o bien la historia de este personaje dentro de la mitología griega dentro de la Odisea. 

El control social por sí mismo no marca sus límites, sino que dichos limites son determinados en medida de los poderosos, de aquellos que dicatan el estilo de vida (marcas de ropa, zapatos, vehículos, celulares, etc.), que al parecer el ser humano moderno no se encuentra para elegir, más bien es elegido en medida, no ya de su poder adquisitivo, sino en función del poder de desechar determinadas cosas. 

El ciudadano de hoy no quiere algo para siempre, quiere vivir intensamente y que lo dejen vivir al límite de lo que la sociedad placenteramente puede ofrecerle. A este comento es prudente revizar la Teoría de la Realidad Líquida de Zygmunt Bauman; pues es clara muestra en que no importa el camino a tomar, sino la intensidad con la que se viven dichos caminos, no se espera la vejes, sino que se enarbola la juventud, soslayando la seguiridad propia y cediendo sin reflexión cualquier ente social, conducta, o relación que no cumpla con las espectativas que tengo de una vida placentera. Se vive la vida sin cuestionar lo dado de manera fácil, placentera y momentánea. Inegable el caso del fenómeno del narcotráfico y las correspondientes historias de vida de los líderes de organizaciones delictivas.

4. El control físico de la vigilancia.

Las actividades de vigilancia del ser humano siempre han estado implícitas en las relaciones sociales, pues históricamente se nos muestra a la aldea como un conjunto de personas apostadas en una determinada marcación geográfica con la que se podía tener continuo contacto con el vecino y juzgar de manera privada o muchas veces sublimada en comentarios, el actuar y conducir de cada uno de los integrantes de la comunidad, pareciera lejano, pero la religion ha sido el precursos normativo de las leyes penales, que si bien en la actualidad están relegadas a un plano eminentemente potestativo de espiritualidad, su influencia de antaño radicaba de manera terrenal y se encuentra bastamente documentado ese actuar en la venganza divina, la santa inquisición y el infausto libro: el Martillo de las Brujas, que más que un manual descriptivo del estudio de los demonios, es un mecanismo práctico para prácticar lesiones graves, muerte y tortura a todo aquél sospechoso, atipico…diferente. 

Así la blasfemia, que Durkheim llamó el prototipo del delito, no consistía en la ira de Dios sobre el ereje sino que se realizaba en perjuicio del grupo, pues por ello caían pandemias, sequias, plagas y demás calamidades a la comunidad, y si es que no se actuaba en esa diferencia, se consentía dicho comportamiento por exclusión, por ello el interés del escarmiento. Que tenía un propósito más allá que retributivo, la pena pública tenía como finalidad la persuación de dicho comportamiento ante toda la comunidad, aséntando de paso, la legitimidad de quién era el “Señor” que mandaba, el Feudo o como modernamento podemos llamar actualmente el Patrón, el esquema social e intangible como es el Estado a través de sus actos de Gobierno.

La recaudación de impuestos y las disposiciones a manera de decretos, cirulares o leyes, fueron comunmente aceptadas por este monopolio y uso de musculo pùblico, la violencia como mecanismo de legitimación del poder del Estado.

Algunas diferencias sobre lo terrenal y las cuestiones inter vivos comenzaba a ser marcado cada vez más, los romanos determinaban al delito como cuestiones privadas, que únicamente afectaban a intereses de particulares, ciudadanos como tales, pero era muy distinto el trato si es que se trataba de crimenes, pues estos eran perseguidos por el Estado mismo, ya que desestabilizaban la gobernabilidad del Imperio de la razón romanos. Pareciera que esta diferencia se ha atenuado en nuestro presente con las reformas en el ámbito de la administración de justicia a partir de Junio del 2008 con la inclusión del Derecho Penal del Enemigo en nuestra Carta Magna. 

Con la industrialización y urbanización el Estado dejó de interesarse por los delitos de carácter religioso, para tener mayor observancia en las amenazas que podrían causar desórdenes en la estabilidad del comercio, secundado esto por la mudanza de las comunidades rurales a la concetración masiva de trabajadores en las ciudades, pasando una convulsa transformación entre el vecino que conociamos desde nacimiento hasta aquél que levanta íntimas sospechas por su forma de hablar, vestir y conducirse.

Así es como la necesidad de reprimir y prevenir las revueltas se hacía cada vez mayor, debía existir ese músculo del Estado, pero no en la medida en que su presencia significara el terror de los gobernados a traves de la muerte de los mismos, como se hizo en un inicio: que a los primeros brotes de protesta se mandaba al ejército regular para disuadir y aniquilar a los radicales, aniquilándolos. Sino siendo moderado, buscando una estructura de carácter civil que sirviera como mediador de fuerza entre los particulares y el Estado; he aquí el nacimiento de la gran Institución llamada Policía.

Dentro de los intentos de vigilancia más exitosos y ampliamente difundidos dentro de los Centros de de Moniitorero (C2) está el uso de cámaras de video, que pretenden si bien no disuadir las conductas tìpificadas por las leyes penales o los ordenamientos municipales de orden y buen gobierno, sí tener grabado el momento en que se comete una conducta antisocial. Con ello se adjunta a la Policía de Proximidad Social un elemento tecnológico más eficiente en cuanto a veracidad y capacidad de memoria, que si bien es cierto no se encuentra en el acto el auxilio requerido, sí se tiene la información necesaria para acudir al servicio requerido por el ciudadano. 

Las camaras de circuito cerrado (camaras plato de grabación-monitor) son continuamente utilizadas por su practicidad y su economía tanto en empresas como en negocios o habitáculos familiares. El elemento a discutir de estas cámaras es la veracidad y autenticidad de la imagen, pues existiendo programas de edición, se puede llegar a falsear la información emanada de ellas, así como el punto de discución psicológico en el que se precisa constantemente su uso en la persuación; que como tal, su practicidad radica en que bien puede ser una cámara de video o simplemente una estructura de plástico bien diseñada para romper el ciclo de oportunidad del delito: la motivación hacia el objetivo, la facilidad de uida y que no haya disuasivos presentes. A este último punto se inclina el uso de las cámaras, apelando a que el delincuente se cohiba en su intento por la posibilidad tecnológica existente de ser captado en su imagen corporal.

Estas herramientas pueden ser facilmente desechadas tapando el lente, rompiendo dichas cámaras o dándose cuenta que lo que está presente es solo un mal intento disuasivo para no atentar contra la propiedad.

El uso de estas cámaras se ha extendido a lo largo de las nuevas políticas criminológicas, tratando que con ello, el manejo de la información social, sea controlada desde aspectos menos musculares y más cerebrales como lo es el estudio de la información a traves de gabinete o escritorio. Los patrones que se hacen presiso identificar dentro de las filmaciones van más allá que las francas transgresiones, nos referimos al lenguaje corporal a la gesticulación que se hace con la cara y al comportamiento de determinados grupos suversivos, nótese que para estos estudios en tiempo real se requiere la especialización no solo de analístias gráficos, sino de psicólogos sociales que estudien la conducta en función de las condiciones socioculturales del lugar observado.

Estos tipos de observaciones son de suma utilidad para el proceso de Inteligencia dentro de las corporaciones policiales, pues con ello se podrá prevenir quiénes son los principales integrantes de determinados moviemientos sociales, líderes y sobre todo personas que realizan actos de vandalismo encubiertos por la masa, análisis que debe ser integrado a la planeación sistematizada que hacen las fuerzas policiales para mantener el orden y la paz publicas. 

Correspondiente a la idea de persuación de las cámaras de video vigilancia es el estudio de la ocurrencia delictiva dentro de las zonas video vigiladas el necesario para saber dicho servicio es necesario o estéril en su utilización, es decir, tener referentes sobre los eventos parasociales y antisociales que se cometen en esos espacios físicos que carecen de persuación física por parte de elementos policiales a pie tierra. Ya que el recurso humano siempre será escaso en materia de Seguridad Pública y los costos de mantenimiento de las cámaras también pueden ser considerables.

La videovigilancia puede poseer efectos directos e indirectos sobre la criminalidad, como se muestra en el siguiente cuadro extraido de Armitage et al. (1999):

Supuestos efectos anti-delito de la videovigilancia.

Sobre los usuarios/guardias. Sobre los petenciales contraventores.
Más cantidad de gente se siente segura para frecuentar el lugar. Les da la impresión de que se toma en serio la criminalidad.
Alienta a los usuarios a informar sobre los malos comportamientos. Imposible de huir.
Recuerda a los usuarios que tomen medidas de seguridad. Podrían ser atrapados “in fraganti”.
Podría ser embarazoso que nos vean en un video en el momento en que nos roban. Da la impresión de que se dispone de menos tiempo.
Atrae a la gente prudente. Nivel de dificultad más elevado (desalienta a los oportunistas).
Lleva a una mejor asignación de la vigilancia profesional.  

A este tenor se puede bien entender que la videovigilancia puede ser abierta o cerrada, de la primera hay que mencionar que las cámaras son visibles por todos, lo que se busca es que la ubicación de dichas cámaras sea conocido por todo aquél que pisa ese lugar, algunos optan hasta para poner letreros referentes a su utlizacion como lo son: “te estamos vigilando”, “cámaras de vigilancia en operación”. El segundo de los tipos de video vigilancia es de tipo cerrado u oculto, este tipo de vigilancia es mucho más eficiente por comacta estructura y necesaria movilidad, se usan para grabar eventos en los que las personas involucradas no deben darse cuaenta sobre dicha práctica para evidenciar su conducta, su decir o sus francas pretenciones. 

Hay que tomar en cuenta que la eficiencia de la video vigilancia únicamente es exitosa cuando se utilizan los dos tipos, lo cual redundará en elementos de costo /beneficio para los usuarios de esta tecnología. 

La delincuencia al igual que la población, se incrementa día a día, ya sea como símbolo de la expansión de la humanidad o como elemento integrador de procesos biopsicosociales. Es por ello que la prevención de tal fenómeno delictivo no puede soslayarse o considerarse como asignatura pendiente en cualquier política pública o macroeconomía, diversos autores y personalidades prácticas han hecho de la Seguridad Pública un tema de controversia política y aún más jurídica, pues ciertas disposiciones tienden a fijar posturas complejas, en las que el ciudadano no llega a comprender el alcance o la importancia de las operaciones que se “deben” realizar para asegurar, sino un progreso en su percepción de seguridad; un retroceso en las condiciones de vida que tiene.

El estilo de vida que ostenta cada persona está íntimamente relacionado con las interacciones biológicas, psicológicas y sociales que frecuenta en su dinámica cotidiana, servicios de salud, empleo, agua potable, alumbramiento, transporte, serían imposibles de disfrutar si es que no existiera el monopolio de la violencia por parte del Estado, la violencia y su manejo es el elemento integrador que permite a la democracia ser el pilar de progreso social, quizá con las ideas clasistas de la amenaza penal o quizá porque simplemente es una manera de legitimización aprendida socialmente, sea como fuere el caso, existen ciertas medidas en el empleo de tecnologías que pudieran ser moralmente cuestionadas o jurídicamente dañinas a la privacidad de las personas, integridad patrimonial y en sí, a todo aquél cúmulo de transgresiones que pudiera violentar directamente su garantía Constitucional de no ser molestado, como bien es señalado en el artículo 14 de nuestra Carta Magna. 

El proceso de adquisición de información se reviste de complejidad cuando dentro de esa pequeña paranoia justificada, se utilizan dichas herramientas tecnológicas; como lo son la intervención de: voz, datos e imagen de un ordenador, de un teléfono, grabación a distancia de voz, cotejo de huellas dactilares, recolección de fluidos, investigación patrimonial y la lectura de placas vehiculares a distancia (como solo algunos referentes), con fines moralmente cuestionables. 

Es el caso de la integración de sistemas de la información no es ajeno a nuestra vida diaria, pues no son los sentidos humanos por los que obtenemos esa información sino que es a través de elemtos materiales de fibra óptica y ondas de largo alcanza radiales. 

Se trata de integrar conocimiento y no información, pues la primera es útil y la segunda es accesoria, quizá sea útil conocer el paradero de tal o determinada persona pero no en ese momento, por ello se archiva y mientras la información de primera calidad es identificada como tal para determinada operación, la explotación de alguna otra información relacionada es accesoria. 

Cruzar datos y la técnica de red de vínculos se vuelve mucho más fácil cuando de sistema de información se trata, ejemplos como este es lo que algunos han llamado “cybersensorium” que se trata de la integración de las tecnologías sensoriales, con el modelo separado del cerebro humano pero con características infinitamente más poderosas. 

5. Clasificación y seguimiento de la información.

La información recolectada por diversas fuentes de información, tales como policías de investigación, producto de bases de datos y cruzamiento de datos, investigaciones realizadas bajo control judicial y mandamiento ministerial, proveniente de informantes, usuarios simulados y demás, son la muestra de un cúmulo de estrategias diseñadas para la investigación de eventos que atenten contra la seguridad pública de las personas y sobre todo, sobre la estabilidad estructural del Estado como máximo exponente de la organización y civilidad social. 

El propiciar que el conjunto de toda esta información sea resguardada y posteriormente explotada con fines de seguridad, es potencializada por el temor a la pérdida de estabilidad, que es generalizado cuando las condiciones sociales contrarían políticas públicas que sirven de directriz en los momentos de aplicación necesarios, se olvida por un momento que tanto el Estado como los movimientos político sociales, están conformados por seres humanos, que atienden más que a su deber a la humanidad y factor innegable de errar, equivocar la disciplina por pasiones humanas o intereses francamente personales, ceder a las implicaciones del poder y a la franca ignorancia de las funciones, son continuos bemoles que deben ser estudiados y prevenidos en un proceso de construcción sólida de inteligencia. 

El análisis y uso de la información no solamente se basa en la idea de generar estrategias o políticas para la intervención, sino en la viabilidad del uso de la información pública o privada, todo con fines de seguridad. Y en este entendido, ponderar los bienes jurídicamente tutelados más importantes para la colectividad, sacrificando el derecho a la privacidad por encima de la protección del grupo. 

Ahora bien, el conocer qué hay que hacer con aquella información que parece inútil o que ha sido utilizada en la resolución de un caso, es todo un dilema, el conservar y propiciar la información en términos óptimos es criticable, puesto que tanto los ciudadanos como los actores y usuarios de la información, deben tener un alto sentido del deber, rigurosas examinaciones, además de ser sometidos al escrutinio de la contrainteligencia, pues las fugas de información y la vulnerabilidad de estos procesos, sugiere que el arma más apreciada y de más fructífero dinamismo, es la información. 

El clasificar la información por campos es indispensable para explotar las propiedades de cada uno de los elementos que se pueden llegar a relacionar con otras personas, así el discriminar información se debe volver una constante en el desempeño de las funciones de investigación, clasificaciones generales que van desde: condición jurídica, tipo de nacionalidad, idiomas, etc. La gama de clasificaciones debe ser contemplada en medida de la peculiaridad que pueda llegar a ser de interés, el conocer quiénes consumen determinado tipo de lecturas, o a quiénes se les ha impartido capacitaciones relacionadas a conocimientos específicos de balística, técnicas de tiro, capacitaciones en criminalística de campo o de perfilación delictiva, ayudará a delimitar la esfera de interacción de presuntos sospechosos, “personas de interés”. 

El seguimiento de este tipo de discriminaciones son indispensables para prevenir riesgos, y conocer cuáles son muy posiblemente las personas con las que se podría contar para intervenir en un caso o bien que sirvan de apoyo y soporte para determinada investigación, es así como el mantener contacto con esa serie de relaciones sociales se hace crucial para no perder de vista los objetivos de la prevención general en la comisión de los delitos. 

Una primera gran propuesta es regularizar los conocimientos de investigación de los delitos, es decir, así como existen colegios o empresas certificadores de determinados procesos industriales, se debe contar con un padrón de personas registradas en dichos procesos, tanto policías como civiles, que estudien carreras afines a la investigación de los delitos ya es un elemento que se debe tomar en gran consideración si es que se nos presenta como sospechoso en la estructuración.

Estos avances en la discriminación, clasificación y seguimiento de campos ha dado sus frutos más notables en la clasificación de personas con o sin antecedentes no penales, o como bien se conoce otro elemento durante las investigaciones: antecedentes no registrales. El primero corresponde a todas aquellas personas que han sido sentenciadas, dígase por comisión dolosa o culposa de un delito y que por consiguiente ya figuran en una base de datos coordinada por “Plataforma México”. El segundo apartado nos sirve para identificar a todas aquellas personas que se han vuelta inmiscuidas en un proceso penal y que de ello se desprende su no culpabilidad o participación en los hechos, nótese que solo son indicadores y que así como existen pésimas investigaciones que por ignorancia de los funcionarios, los responsables adquieren su libertad, también hay cartas de antecedentes penales que no necesariamente corresponden a personas que de manera fáctica participaron en el delito que se les imputó y que se les ha encontrado culpable, cabida cuenta de la frase: “solo conocido por dios”.

Es así como varias tecnologías de la información sirven para varios propósitos diferentes:

Contexto Objetivos Tecnologías
1. Control de acceso.  Seguridad de los lugares, administración del personal.  Tarjetas-clave, biometría, implantes.
2. Fines comerciales  Maximización del ingreso.  Tarjetas fidelidad, etiquetas RFID.
3. Judicial.  Prueba, control de la reincidencia.  Huellas digitales, ADN.
4. Control del comportamiento.  Monitoreo de los delincuentes peligrosos, protección de las personas en riesgo.  Pulsera electrónica.
5. Vigilancia del espacio.  Seguridad de las personas, control de las personas, control de los desplazamientos, disuasión.  Reconocimiento del rostro, documento de identidad, pasaportes.

Con toda esta gran estructura de investigación, la gran interrogante que se cierne sobre todos los servicios de investigación, presentes y futuros es: ¿Qué hacer con toda la información que se almacena como “no relevante” en el momento, o bien como parte de un archivo temporal que no prosperará dentro de una investigación e imputación formal?. Los medios de control y vigilancia internos son solo una manera cíclica de asegurar que la fuga de la información se mantenga como un riesgo potencial y no real, y este es otro apartado en el que las áreas de “asuntos internos” o bien de contrainteligencia, deben de ser reguladores de sus propios recursos humanos, la visión organizacional y no de beneficencia pública, ayudará a concretar la idea de reserva de información sensible para la seguridad pública y aún para la seguridad nacional.

Finalmente podemos concluir lo siguiente:

1.Las tendencias modernas de la comunicación, necesariamente atienden al uso de la tecnología. 

2.El contenido, que no el uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) deben ser vigiladas, ponderando el bien superior de la seguridad de la sociedad en detrimento de la privacidad de la información.

3.El Derecho Penal del Enemigo se encuentra en pleno apogeo como política de implementación en la búsqueda de objetivos de alto impacto no solo para la sociedad sino en la estructura del Estado mismo.

4.La construcción de la información debe ser ponderada en términos de su funcionalidad y su capacidad de adquirir elementos para resolver problemas delictivos.

5.Las medidas de contrainteligencia son una constante para asegurar que tanto los usuarios de la información, como los principales actores implicados, tengan como producto de sus labores la certeza de permanecer en reserva de sus estrategias.

6.La motivación para los analistas de información y elementos encargados de recabar información, debe ir más allá de lo económico, la motivación debe ser intrínseca con la identidad y pertenencia.

 

Fuentes de Información.

Informáticas:

La Educación prohibida, Reevo, Un proyecto para aprender, compartir y accionar colectivamente en una comunidad global de educación alternativa. Del minuto: 16:55 al 20: 54. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=-1Y9OqSJKCc 

Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental. Disponible en: www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/regley/Reg_LFTAIPG.pdf

Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC). Sistemas policiales de información e inteligencia. Manual de instrucciones para la evaluación de la justicia penal. Nueva York, 2010. Disponible en: http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:ThkcTdnTCz4J:www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/crimeprevention/Police_Information_and_Intelligence_Systems_Spanish.pdf+&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=mx&client=firefox-a 

Bibliográficas:

PÉREZ- RUIZ, Maya Lorena, “Aportaciones de Guillermo Bonfil al concepto de lo popular”. Deas/ENAH , México, 1995 .p. 92. Consultado de: www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/nuant/cont/55/cnt/cnt6.pdf 

REYES LOAEZA, Jahaziel, “El Sistema Acusatorio Adversarial. A la luz de la Reforma Constitucional”, Porrúa, México, 2011, p.91

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