Sistema dactiloscópico para la identificación de las personas

Publicado en Dactiloscopía

Sistema dactiloscópico para la identificación de las personas

La dactiloscopía es la ciencia de identificar a las personas mediante sus impresiones digitales
Los principios en que se funda el sístema, son muy curiosos y constituyen por sí solos un descubr miento sobre la maravillosa dìversidad que preside la en apariencia idéntica estructura corporal humana.

En las manos y pies del hombre se hallan cíertas líneas o crestas papilares correspondientes a la parte terrninal de los canales secretores de las glándulas sudoríparas. Estas crestas se hallan separadas entre sí por surcos que proporcionan diversidad de formas.

Para dar al lector una idea aún más gráfica den la apariencia. exterior de la  piel -que es un admirable tejido viviente, renovable y constantemente renovado- diremos que lá superficie de la piel en la yema de los dedos. se parece a un rémate de pespunte en espiral, en el que hubiera quedado visiible el trazo de la aguja  marcando còn un hilo sutil las más diversas figuras. La tercera falange es aquella en la que se manifiesta de una manera más patente la diversidad de caracteres, por lo que es la que se utiliza especialmente para la identificación.

La ciencia dactiloscópica reposa en ciertos principios que han sido reunidos en lo que se da en llamar los tres caracteres y que se enuncian así:

*      En cada individuo las impresiones digitales son absolutamente características y diferentes de todas las demás, aún cuando encajen dentro de un tipo determinado.
*      Estas líneas que se graban en la impresión son absolutamente inmutables en el individuo desde el nacer y se mantienen invariables hasta la desintegración total del cuerpo.
*      Son perennes en absoluto, pues aún en los casos de quemaduras o traumatismos, la líneas reproducen su trazo apenas la piel recobra su tejido.

Por lo tanto, puede afirmarse que los dactilogramas son infalsificables y que las huellas dejadas por la mano del hombre en los objetos que toca constituyen verdaderos documentos de identificación.

Juan Vucetich, creador del sistema más perfecto de identificación por medio de las impresiones digitales, para facilitar el estudio y aplicaciones de su ciencia, agrupó a los dactilogramas en cuatro tipos que distinguió por la letras A, E, I y V, correspondientes respectivamente a la siguientes denominaciones: "arco", "presilla interna", "presilla externa" y "verticilo". En estos tipos caben cuantas diversidades presentarse al ojo observador y son una guía utilísima para el mismo.

Antigüedad de las impresiones digitales.

A pesar de ser la dactiloscopía una ciencia de aplicación reciente y de organización mundial contemporánea el conocimiento de las impresiones digitales del hombre es antiquísimo.

Es sabido que Aristóteles y otro sabios de nombre menos vulgarizados, se ocuparon en la antigüedad de este aspecto singular de la mano del hombre. Por lo demás está probado, que hace 1.200 años, el régimen carcelario de China y Japón exigía como requisisto previo a la internación del penado en las cárceles el estampado del pulgar en un registro.

Sea como fuere, es el hecho que esta ciencia había despertado la curiosidad de tantos y había servido en cierto modo de señal característica a tantos otros, vino a ser organizada como ciencia de utilidad universal por Juan Vucetich, en la Argentina; por lo tanto, bien podemos llamar a la dactiloscopía un decubrimiento eminentemente argentino.

Nació Juan Vucetich el 20 de Julio de 1858 en Lesina, Darmasia. Era hijo de Victor Vucetich y de Vicenta Koracevich. Tenía 26 años cuando llegó al país y era uno de los tantos hombre desengañados de la rutina europea y esperanzados en el espíritu progresista americano, que desde la infancia le atraía iresistiblemente, en el año 1888, el 15 de Noviembre su ingreso queda registrado en la policía platense en calidad de meritorio. El 10 de mayo del año siguiente es designado auxiliar de estadística y asume el cargo de jefe de la oficina de la misma, el 26 de Septiembre del mismo año.

Extraordinaria consagración al trabajo y una brillante inteligencia debió revelar Vucetich, cuando muy poco después, en marzo de 1891, se le confía la dirección del "boletín mensual" de estadística.

No obstante todos estos progresos, recién en Junio de ese año puede decirse que el hombre es colocado en situación de ponerse en contacto con la ciencia que debía encontrar en él el más sólido y definitivo de los puntales. El jefe de policía de la provincia de Buenos Aires, capitán de navío Guillermo J. Núñez, le encarga la organización de un servicio identificatorio, tomando como base el sistema antropomórfico, y también llamado Bertillonage, por ser creado por un ilustre funcionario policial de París de apellido Bertillón.

Cuando Vucetich hizo público su sistema de identificación, fue precisamente el citado policía francés el que le puso mayores reparos y formuló casi una impugnación respecto de sus conclusiones.

Vucetich salió entonces a la palestra y sus manifestaciones atinadas y fundadas en lógica y verdad se abrienron camino, popularizando su nombre y su invento.

No tardaron en vincular su nombre a esta porfía mentalidades científicas de reconocida autoridad, y es así como el 2 de mayo de 1891, apareció en la "Revue Scientifique" de París, Un interesante artículo debido a la pluma de Varigny e intitulado "Les empreintes digitales d´aprés Galtón", en el que se reconocía ampliamente el valor y el alcance de las investigaciones realizadas por Vucetich.

Tres meses después tenía lugar un suceso que universalizaba la fama del sistema y de su creador: Vucetich identificaba mediante su sistema a 23 penados.

El inventor designó su sistema con el nombre de "Icnofalangometría" (del griego Iknos, huella, rastro o señal; falange y metría de medir), y así se le designó hasta 1894, en el que el doctor Francisco Latzina publicó en "La Nación" un artículo en el cual demostraba que esa palabra era impropia, pues en la operación identificatoria no se mide sino que se examina, por la cual el verdadero término debe ser "Dactiloscopía". Como esta observación era tan sensata como bien intencionada, el inventor no tuvo inconveniente en aceptarla y, después entonces se adoptó.

Antes de esto el sistema de identificación ya habí sido impuesto en las cárceles de Mercedes, San Nicolás y Sierra Chica y contaba con la gloria de un esclarecimiento criminal muy ruidoso. El caso de Francisca Rojas, que habiendo ultimado a dos de sus descendientes y echado la culpa del delito a un vecino, fue examinada por Vucetich, que halló en la impresiones digitales la ruta de la verdad.

Vucetich reunió sus observaciones más notables y prácticas en varia publicaciones que alcanzaron en su tiempo una difusión mundial extraordinria.

Entre ellas figuran: "Conferencia sobre el sistema Dactiloscopio" (año 1900) y con anterioridad a éstos trabajos, Sus obras fundamentales, "dactiloscopía comparada", "instrucciones generales para el sistema de filiación" e " instrucciones generales para la identificación antropométrica"

Al conocerse estos trabajos, autoridades tan grandes, como las de Lombroso y Garófalo, dieron a Vucetich el espaldarazo consagratorio desde entonces su nombre se ha incorporado con títulos indiscutibles a de los hombres más eminentes del mundo.

Vucetich murió el 25 de enero de 1905 en la ciudad de Dolores, provincia de Buenos Aires después de una larga gira de divulgación científica por europa y américa y rodeado de la admiración y simpatía de sus contemporáneos.

Fuente de nota:
http://www.oni.escuelas.edu.ar/2001/cap-fed/inventar/his/1891.htm

Fuente de imagen:
http://www.flickr.com/photos/larsveldkamp/434163455/

FACEBOOCK